En 1961 se levantó el Muro de Berlín. En 1989 presencié su caída. En 1990 traje a España ocho segmentos del símbolo de la Guerra Fría. Con tres piezas se erigió en Madrid el Monumento a la Libertad, que inauguró el alcalde junto al embajador alemán. En Pamplona, Autopistas de Navarra convirtió un segmento en monumento a la unidad de Europa. Las cuatro piezas restantes se convirtieron en 200.000 trozos que se repartieron con la revista ‘Tribuna’.